Inquisitor: Letras y melodías llenas de emociones


Por: Ana Isabel Mar Ángel
Inquisitor es una banda que fue fundada en el 2014 por unos compañeros de clase y aficionados por el heavy metal. Inicialmente la montaron Santiago Zea (guitarrista) y Juan Esteban Marín, que tocaba el bajo. Poco después los acompañó Andrés López Jiménez en la voz y Alejandro Pineda en la batería, unión que se mantuvo hasta finales del 2017.
Actualmente la agrupación está integrada por Cesar Posada (bajo), Santiago Zea (guitarra), Andrés López y Sebastián Lopera (voz), Andrés como baterista, y hace poco llegó un segundo guitarrista: Joel Bejarano, pero aún no existen grabaciones con él.

Es curioso como definen el nombre de esta banda, pues para elegirlo se dejaron influenciar por la institución medieval llamada inquisión. Los fundadores estaban muy interesados en ese tiempo por la historia de las religiones y querían que la banda estuviera cargada de críticas políticas, sociales y de religión. Aparte, el nombre de inquisitor se les hacía visualmente muy agradable, un nombre de una figura olvidada por muchos, pero que causó mucho daño.

Estos chicos son particulares, le cantan a lo que les enoja del mundo: la corrupción, la violencia, la monotonía, al dominio de unos sobre otros. A demás se encuentran con muchas pasiones y sentimientos, y cada uno de ellos estalla sus emociones y frustraciones con las melodías y letras que crean.

Aún no han influido tanto en la escena como quisieran, ellos opinan que puede ser la falta de experiencia. De lo que si pueden opinar es sobre la manera en que la escena ha marcado la banda, porque han tenido influencias de bandas como Masacre, No Raza, e incluso otros subgéneros como Arius, Adivarius, Rayken.

Inquisitor quiere lograr que miren a Colombia como un país con potencia en el género, sueñan con representar al país por fuera y que se den cuenta que Colombia no es solo un Maluma. Trabajan duro para encontrar un ensayadero, hacen todo para reunirse, siempre lo hacen una vez por semana y quedan livianitos para seguir en esta descarga de energías, estrés, cansancios, rabias y todo ello a la hora que tocan

Inquisitor está empezando a componer un nuevo álbum, un poco más maduro. De esta manera se están generando más conocimiento y esperan recibir un mejor impacto, tanto en las bandas colombianas, que son muy buenas, y esperan cumplir el sueño de salir de Colombia.

Ellos han tenido toques importantes que los han marcado, uno de esos se dio a finales del 2014, justo antes de que se graduaran. En aquella ocasión, tocaron por primera vez todos juntos frente a un público, ni muy grande ni muy pequeño, pero era la primera vez y es inolvidable. El segundo fue este año en el festival de bandas en la Universidad de Antioquia, donde realmente no esperaban tanta cantidad de personas ni la acogida de dichas.

Y como saben, es importante contar alguna anécdota de estos parceros, pero antes de ello, le queremos agradecer a Santiago Zea, integrante de la banda, que se prestó para contarnos algo sobre ellos , autorizarnos para publicar y describir que en algún toque tiraron los cables por el frente de los vocales, ya que ahí estaba un murito, entonces no se veía tanto desorden en la tarima. Pero resulta que ese murito era donde uno de los vocales, del cual no vamos a revelar su identidad, tenía su pie puesto y olvidó que de frente a él tenía toda la electricidad, y al bajarlo pues apagó todo el escenario. Lo más curioso de esto es que la gente que vivió el gran show estaba bien sorprendida por la gran puesta en escena, tan bien estético, al parecer esto pasó de ser una infortunio, a colaborar con la presentación de inquisitor en aquella ocasión.

Santiago agradece al medio por el interés y apoyo a la escena local y agrega que entre nosotros nos debemos de apoyar y crecer, no intentar ocultar el trabajo de otros para que resalte el propio.

Comentarios

  1. Que orgullo saber que mi hijo pertenece a este gran grupo 🤘🤘🤘

    ResponderEliminar

Publicar un comentario